Escuelas y Computadoras: por qué los gobiernos deben hacer sus tareas. Lo que dice el informe del BID.(parte I)

Retomando la lectura del libro/informe del BID acerca de las Conexiones del Desarrollo: Impacto de las nuevas tecnologías de la información (2011),nos encontramos con el capítulo donde se explica como los gobiernos de América Latina y el Caribe han incorporado las computadoras en las escuelas y, por supuesto, en los procesos de enseñanza y aprendizajes.Hago esta segunda entrega, parafraseando y citando algunas ideas sueltas encontradas interesantes dentro del texto, con el permiso de los autores, deseamos resaltar algunos tips y ubicarnos contextualmente en nuestro continente, pero a la vez, tratando de llamar la atención sobre nuestra situación con respeto a otras escuela y países de nuestro mundo Web.
A pesar de las diferencias de políticas desarrolladas por nuestro paises para incorporar las computadoras a las escuelas, las cuales ya datan en casí 30 años, nos encontramos con algunos datos para el 2005, tales como lo señala el informe/libro en su página 164, a saber: recursos tecnológicos de mayor inserción en cinco paises (a mi juicio lo más importantes por sus avances). Países con mayor cantidad de laboratorios de informática- por cantidad-: Costa Rica,Chile,Perú, Brasil y Paraguay; mayor cantidad de portales web (educativos);Argentina, Chile,Perú, Colombia y Brasil;mayor conectividad en las escuela, Perú, Costa Rica, Chile,Paraguay y Guatemala;mayor capacitación docente,Chile, Perú,Brasil, Paraguay y Costa Rica y, mayor cantidad del proyecto piloto, una computadora portatíl para cada estudiante,Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Perú. Pero a pesar de lo anterior, cito;

(…)“Un aspecto desalentador en los programas es que se han hecho pocos esfuerzos por evaluar los resultados de manera convincente, lo cual sorprende dado el alto costo de las intervenciones(…)”

(Chong, 2011,p 164).
Otros tips de importancia. A partir de los datos del Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE), utilizado en el estudio, señalan que se reunieron datos de estudiantes de la escuela primaria, entre 2004 y 2007, y se encontró:
1.- Que el acceso es limitado y disparejo, por ejemplo, mientras que en Argentina y Chile los estudiantes que tienen computadoras en casa y en la escuela es de alrededor del 50%, en Paraguay y Guatemala es cercano al 20%. Por otro lado, el acceso de internet en las escuelas y el hogares es de 96 % en Chile, en Guatemala es del 9%, mientras que en Cuba, el acceso de las computadoras en la escuela es del 100%, practicamente no hay conectividad a internet. Otros datos pueden verse en el texto citado.
2.- Para el caso de los docentes, en el mismo estudio se señala que: Cuba, Chile, Costa Rica y Uruguay mas del 80% de los docentes de sexto grado usan las computadoras con regularidad, no obstante el número de docents con e-mail particular es relativamente bajo, y en el caso de Cuba es más bajo aún, con el agregado que en este páis usan las computadoras para sus presentaciones en clase y no para investigar o buscar información sobre otros temas.
Según el estudio estos resultados sugieren que los docentes no están suficientemente familiarizados con las computadoras y no las usan con frecuencia en el aula.
A pesar de ello se esta consciente de la importancia y beneficios del uso de las computadoras en educación [nada nuevo, a mi juicio, ya a habido demostraciones empiricas al respecto], en atención se señala que

;”la evidencia disponible sobre los resultados se refiere principalmente a los efectos en el aprendizajes de materias tradicionales, como matemáticas y lenguaje (…)Tambien existen datos relacionados con los efectos en las aptitudes digitales, en otras capacidades cognitivas y no cognitivas que las computadoras podrían alterar (como razonamiento lógico) y en ciertos indicadores educativos como las tasas de asistencia y deserción escolar”(

Chong, p. 180).
Lo cierto y lo más importante de todo este asunto, es que gobiernos, personalidades, padres, comunidades escolares, alumnos, etc, están cada vez más convencidos que hay que ‘tomar el tren’ y que todos debemos ayudarnos para minimizar esa brecha cultural y tecnológica en nuestras escuelas y educación.